domingo, 21 de junio de 2009
Hallazgo
Yo sentía un no sé qué,
una ansiedad, un anhelo,
un impulso para el vuelo
nadando sin hacer pie
una luz que no se ve
una aspiración de altura,
y sin forma ni figura
un desconocido amor
que escondía en mi dolor
el gozo de la hermosura
Y como AMOR me apremiaba,
en amores me perdía
y siempre al final sufría
porque me desengañaba.
El placer se evaporaba
y me quedaba el vacío
y como el agua del río
que fluye a la mar buscando,
yo me estaba desangrando
en este delirio mío.
Buscaba por los caminos,
por bazares y almacenes,
por los coches y ls trenes,
las rutas y los destinos;
en el sabor de los vinos,
en los campos y en los mares
en la paz de los hogares
y en el bullicio y las fiestas,
en preguntas, en respuestas
en el son de mis cantares.
Buscaba sin saber qué
sin saber cómo ni dóndo
algo que siempre se esconde
y casi nadie lo ve.
Vine a buscarlo en la fe.
Me deshacía en mi llanto.
Y al fin, por buscarlo tanto,
encontré lo que buscaba:
un amor que no se acaba
y una dicha sin quebranto.
¡Mirad si no es necedad
ponerle puestas al viento,
barreras al sentimiento,
horas a la Eternidad!
Con Dios y mi libertad
pude al fin alzar el vuelo
y perdiéndome en el cielo,
en un suspiro, en un grito,
saciar en el Infinito
esa ansiedad, ese anhelo.
Mª Ángeles Gómez Pascual.
“La piedra y el aire” ADL
Contribución de Mayte
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